domingo, noviembre 13, 2011

¿Pretenden asustarme? o fue sólo casualidad y coincidencia.


Hoy, mientras almorzaba con mi familia, un vecino llegó a mi puerta como loco para avisarme que se estaba incendiando una camioneta ¡¡JUSTO EN LA PUERTA DE MI CASA!!.

Al salir, se me congeló el alma, pues hace no más de 2 meses tuve una camioneta VW Combi, muy parecida a la que se estaba quemando en la puerta de mi domicilio.

Yo que he sido bombero hace muchos años de la compañía perteneciente a mi distrito, (el cual no menciono, por obvias razones de seguridad), pedí a mi esposa que los llamara por teléfono urgentemente mientras yo salía a ver en qué podía ayudar al pobre hombre, dueño de la camioneta, quien no podía creer lo que estaba pasando ante sus ojos!

Mientras todos los vecinos hacían llamadas tanto a los bomberos como al serenazgo, los serenos que aparecieron en el lugar, increíble e incomprenciblemente, llegaron sólo a alejar a las personas a unos 100 metros del incendio y no trajeron ni siquiera un extinguidor, es decir, como si hubieran tenido la órden de no actuar y dejar que el vehículo se quemara totalmente.

Otro hecho muy misterioso fue que los bomberos demoraron en llegar aproximadamente media hora, estando su compañía no muy lejana al lugar de los hechos.
Cuando aparecieron me dí cuenta que no había llegado la compañía de mi distrito, como correspondería sino una de un distrito más lejano (¿¿BIEN RARO NO??).

 
Al conversar con el dueño de la camioneta sobre cómo había sucedido el incendio, me dijo que no tenía ni idea, pues él estacionó y apagó su vehículo y bajó de él para comprar un sandwich y una gaseosa, un almuezo al paso, y cuando terminó, salíó de la bodega y se encontró con la sorpresa de que su auto estaba empezando a incendiarse.

Debo señalar que cuando el incendio fue apagado, los bomberos notaron la falta de la tapa del tanque de gasolina, la cual según el dueño, tenía y funcionaba con llave.

Eso, por mi experiencia, puede suceder por la expansión de los gases del tanque, que la hacen salir despedida, pero también podría haber sido forzada para meter por allí algún elemento incendiario.

Mejor lo dejo allí nomás porque ya ustedes saben que yo sólo soy un pobre paranóico.